Mi gran imaginación y mi facilidad de inventarme casi
cualquier cosa son dos habilidades que me hacen inmensamente épica. A pesar de
la racionalidad que intento presumir, la realidad es que soy más impulsiva que
obsesivo compulsiva. Me dejo llevar por mis emociones y por mi instinto,
porque, si bien me he equivocado, siento que muchas veces son el motor que me
ha ayudado a estar donde estoy.
Pero aun así, sigo sin entender por qué soy tan épica.
¿Acaso todo tiene que tener un final grandioso o un significado más allá del
bien y el mal? ¿Por qué las cosas no pueden valer lo que valen por lo que son
en presente y punto?