Esa calurosa tarde de septiembre, decidí salir contigo. Vino barato de caja, un parque detrás de un centro comercial y unos pocos amigos no tan cercanos, fue el curioso escenario para el momento en el que decidí acercarme a ti.
No sé si lo recuerdas, pero ese día te conté que me gustaba mucho la canción "Ojos rojos" de Fito Páez. Con un ya obsoleto reproductor Mp3, la escuchamos, mientras me explicabas paso a paso cada una de las estrofas de esta hermosa pieza.
Cada vez que te escuchaba hablar con detalle de la lírica, sentía que me enamoraba más y más, y todavía casi ni nos conocíamos. Lo mejor fue cuando, con una excusa básica, encontramos el momento para nuestro primer beso. Apasionado, tímido, rápido, perfecto.... y luego interrumpido intempestivamente por un guardia de seguridad a quien le perturbó nuestra muestra de afecto.
Todavía, pasa el tiempo, y cada vez que escucho esa canción recuerdo nuestro primer beso. Pasarán años, muchos años, para que olvide como se sintió el primer beso que recibí del que fue en realidad mi primer amor.
"Tudo vai brilhando
tudo vai brilhando
tudo vai brillando, amor
tudo vai ficando
tudo vai ficando
vai ficando perto do sol
hoje fiquei cantando
hoy fiquei cantando
hoy fiquei cantando no mar
hoy fiquei chorando
hoy fiquei chorando
tudo nesta bella marchá?"
